2025
En los últimos años, los tratamientos de fecundación in vitro (FIV) han evolucionado significativamente gracias a los avances tecnológicos y al conocimiento médico. Uno de los cambios más notables es el aumento del uso de la estrategia conocida como “freeze-all”, que consiste en congelar todos los embriones tras la punción ovárica sin realizar una transferencia en fresco.
Según un estudio reciente en el que ha participado Instituto Avantia de Fertilidad, el 78 % de los ciclos de FIV analizados optaron por esta estrategia, una cifra que confirma esta tendencia creciente en reproducción asistida. Pero ¿a qué se debe este cambio?
Mayor seguridad para la paciente: menos riesgo de complicaciones
Una de las principales razones para aplicar el “freeze-all” es la mejora en la seguridad del tratamiento, ya que disminuye el riesgo de desarrollar el Síndrome de Hiperestimulación Ovárica (SHO), una complicación potencialmente grave que puede aparecer tras conseguir un embarazo inmediatamente después de realizar una estimulación ovárica.
Al evitar la transferencia en fresco y esperar a realizarla en un ciclo posterior, se reduce la carga hormonal y se permite que el cuerpo de la mujer se recupere cuanto antes la normalidad. Este enfoque también permite transferir los embriones en un entorno hormonal más estable y fisiológico.
La revolución de la vitrificación
El desarrollo de la vitrificación, una técnica de congelación ultrarrápida, ha supuesto un antes y un después en este campo. Hoy en día, los embriones congelados tienen altísimas tasas de supervivencia al descongelarse, lo que permite mantener tasas de éxito similares o incluso superiores a las transferencias en fresco.
Esto nos ha permitido realizar estimulaciones ováricas más eficientes y seguras con las que obtener un adecuado número de embriones para que tras su congelación nos conduzca a un mayor número de transferencias que incremente la tasa acumulada de embarazo final.
Vitrificar embriones con seguridad ha abierto la posibilidad de un mayor conocimiento del laboratorio FIV y libertad en la programación de transferencias, a la vez que reduce significativamente las principales complicaciones de la Reproducción Asistida como el SHO y los embarazos múltiples.La mejora del diagnóstico genético potencia el uso del diagnóstico genético preimplantacional (PGT) tanto en sus variantes de screening de aneoploidias (PGT-A), alteraciones estructurales de cariotipos (PGT-SR) y para el despistaje de enfermedades monogénicas (PGT-M), pero para poderlo hacer con mínimo riesgo ha de ser realizado cuando el embrión alcanza la fase de blastocisto en día 5º ó 6º de existencia. Los resultados estarán disponibles en pocos días, pero no podemos cultivar el embrión más por lo que es necesario vitrificarlo.
Seleccionar mejor el embrión nos conduce a poder realizar transferencias únicas sin necesitar transferir más de un embrión para incrementar la tasa de éxito, por lo que evitamos los embarazos múltiples.
Además segmentar el tratamiento FIV, permite libertad a los pacientes a la hora de programar la transferencia embrionaria, así como elegir el momento de mayor efectividad y con menor riesgo desde el punto de vista médico
Otro de los motivos que explican este cambio es el aumento del uso del diagnóstico genético preimplantacional (PGT). Este estudio, que se realiza a los embriones en el laboratorio antes de ser transferidos, requiere tiempo, y la congelación permite esperar los resultados sin perjudicar su viabilidad.
Además, esperar al día 5 del desarrollo embrionario (fase de blastocisto) permite seleccionar los embriones con mayor potencial de implantación, aumentando así las probabilidades de embarazo por transferencia.
De hecho, los resultados clínicos lo confirman: las tasas de embarazo en los ciclos con estrategia “freeze-all” alcanzaron el 65,2 %, frente al 51,8 % de los ciclos con transferencia en fresco.
La congelación de todos los embriones en FIV no es solo una tendencia: es una práctica que mejora la seguridad del tratamiento, optimiza la selección embrionaria y aumenta las tasas de éxito.
En Instituto Avantia de Fertilidad aplicamos esta estrategia de forma personalizada cuando está indicada, garantizando siempre el mayor cuidado médico y la mejor tecnología para nuestros pacientes.