2025
El estrés crónico es un estado prolongado de tensión emocional y física que se produce cuando el cuerpo está constantemente expuesto a factores estresantes sin poder recuperarse adecuadamente. Este tipo de estrés no solo afecta a tu bienestar emocional, sino que tiene un impacto directo sobre tu salud física, incluidas las funciones reproductivas.
En este artículo, te explicamos cómo el estrés crónico puede interferir con la ovulación y la implantación embrionaria, y qué pasos puedes seguir para reducir su impacto en tu fertilidad.
¿Qué es el estrés crónico?
El estrés crónico se produce cuando una persona experimenta niveles elevados de estrés durante un largo periodo de tiempo, ya sea debido a preocupaciones laborales, familiares, financieras o cualquier otra fuente constante de presión. Cuando el cuerpo se encuentra en este estado durante un tiempo prolongado, puede afectar negativamente a varios sistemas, incluidos el hormonal, el inmunológico y el reproductivo.
El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que percibe como amenazantes. Sin embargo, cuando esta respuesta se mantiene de manera constante, puede alterar el equilibrio hormonal y afectar la fertilidad, especialmente en mujeres que intentan concebir.
¿Cómo afecta el estrés crónico a la fertilidad?
1. El estrés y el sistema hormonal
El estrés crónico desencadena la liberación de la hormona cortisol, conocida como la «hormona del estrés». Aunque el cortisol es útil en situaciones de emergencia, cuando se libera en exceso y de manera constante, puede interferir con otras hormonas clave para la fertilidad, como la prolactina y las gonadotrofinas, FSH-LH que son esenciales para la regulación del ciclo menstrual y para inducir la ovulación, asegurando una adecuada producción de estrógenos y progesterona que permitirán un adecuado desarrollo del endometrio, necesario.
El cortisol elevado puede por tanto, ocasionar ciclos menstruales irregulares que disminuyan las posibilidades de concepción.
2. El estrés y la implantación embrionaria
El estrés crónico no solo afecta la ovulación, sino también la implantación embrionaria, un proceso crucial para lograr un embarazo. Aún habiendo conseguido un endometrio adecuado, los niveles elevados de cortisol pueden alterar el ambiente urerino dificultando la correcta adhesión del embrión.
Esto puede hacer que, incluso si la concepción ocurre, las probabilidades de que el embarazo progrese sean menores.
¿Qué puedes hacer para reducir el estrés y mejorar tu fertilidad?
Si bien no se puede eliminar por completo el estrés de la vida diaria, sí es posible tomar medidas para reducir sus efectos negativos sobre la fertilidad. Aquí te dejamos algunas recomendaciones prácticas:
1. Incorporar técnicas de relajación
La meditación, el yoga y la respiración profunda son técnicas eficaces para reducir los niveles de cortisol y promover un estado de relajación. Practicar estas actividades de manera regular puede ayudarte a reducir el estrés y equilibrar tus hormonas.
Tip: dedica unos minutos al día a practicar respiración diafragmática o yoga de fertilidad para calmar la mente y mejorar tu bienestar físico.
2. Ejercicio moderado
El ejercicio regular ayuda a reducir el estrés y mejorar la circulación sanguínea, lo que puede beneficiar la salud reproductiva. Sin embargo, es importante evitar el ejercicio excesivo, ya que puede tener el efecto contrario y alterar los niveles hormonales.
Tip: Practica ejercicio moderado, como caminar, nadar o hacer yoga, al menos 3-4 veces por semana.
3. Mejorar la calidad del sueño
El sueño tiene un impacto directo en los niveles hormonales y, por ende, en la fertilidad. Dormir de 7 a 8 horas cada noche ayuda a regular el cortisol y favorece la ovulación.
Tip: crea una rutina de sueño regular, evitando el uso de pantallas y estimulantes antes de dormir.
4. Alimentación saludable
Una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales ayuda a reducir el estrés oxidativo y favorece la salud hormonal. Alimentos ricos en magnesio (como el aguacate, espinacas y frutos secos) son especialmente útiles para reducir la ansiedad.
Tip: incorpora alimentos ricos en vitamina B y ácidos grasos esenciales, como los encontrados en el pescado azul, nueces y aguacates.
5. Buscar apoyo emocional
Hablar con un terapeuta, tu pareja o amigos cercanos puede ser muy útil para gestionar el estrés emocional. El apoyo social es fundamental para reducir la ansiedad y mejorar el bienestar psicológico.
Tip: no dudes en pedir ayuda si te sientes abrumada, ya sea de un profesional o de personas cercanas. El apoyo emocional es crucial.
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El estrés crónico puede ser un obstáculo significativo para quienes buscan concebir, pero con un enfoque adecuado y un estilo de vida equilibrado, es posible gestionarlo y aumentar las probabilidades de embarazo.
En Instituto AVANTIA de Fertilidad te acompañamos no solo con tratamientos médicos avanzados, sino también con un enfoque integral de salud emocional, hormonal y física.
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