2025
Cuando una pareja busca el embarazo, es habitual prestar atención a la ovulación, la calidad del esperma o los ciclos menstruales. Sin embargo, hay un factor menos conocido pero fundamental: el moco cervical. Su calidad puede influir directamente en las probabilidades de concepción.
¿Qué es el moco cervical?
El moco cervical es una secreción producida por las glándulas del cuello uterino. Su función principal es facilitar o dificultar el paso de los espermatozoides hacia el útero, dependiendo del momento del ciclo menstrual.
Este fluido no solo protege la entrada al útero de posibles infecciones, sino que también actúa como un medio de transporte, nutrición y selección para los espermatozoides cuando las condiciones son favorables para la fecundación. Además, ayuda a mantener el pH adecuado y a evitar que microorganismos alteren el entorno uterino.
¿Cómo cambia el moco cervical durante el ciclo?
A lo largo del ciclo menstrual, la cantidad, textura y apariencia del moco cervical varían según los niveles hormonales:
- Fase post-menstrual (seca): poco o nada de moco.
- Fase preovulatoria: el moco comienza a aparecer, siendo espeso y blanco.
- Fase ovulatoria: el moco se vuelve más abundante, elástico y transparente, similar a la clara de huevo. Este es el moco fértil, ideal para el paso de los espermatozoides.
- Fase post-ovulatoria: disminuye su cantidad y vuelve a ser espeso o pegajoso, lo que dificulta la movilidad espermática.
¿Por qué es importante la calidad del moco cervical?
La calidad del moco cervical puede favorecer o dificultar la concepción. Un moco fértil y saludable permite que los espermatozoides avancen hacia el útero, los protege del ambiente vaginal ácido, les proporciona los nutrientes necesarios durante su trayecto y facilita tanto su movilidad como la selección natural de los más aptos.
Por el contrario, si el moco es escaso, demasiado espeso o tiene un pH inadecuado, puede convertirse en una barrera, dificultando el ascenso espermático, reduciendo su supervivencia e impidiendo la fecundación, incluso si la ovulación ocurre con normalidad.
¿Qué factores pueden afectar al moco cervical?
Existen diversos factores que pueden alterar la cantidad y calidad del moco cervical:
- Desequilibrios hormonales, sobre todo de estrógenos, que impiden su correcta producción.
- Infecciones vaginales o inflamaciones, que pueden modificar su consistencia o acidez.
- Uso prolongado de anticonceptivos hormonales, ya que suprime la ovulación y modifica las secreciones cervicales incluso después de suspenderlos.
- Tabaquismo, estrés crónico y mala alimentación, que afectan al equilibrio hormonal general.
- Edad, ya que con el paso del tiempo disminuye la producción de moco fértil y cambia su composición.
Conocer estos factores permite tomar medidas preventivas o correctivas cuando se está planificando un embarazo.
¿Qué hacer si hay alteraciones en el moco cervical?
Si se detectan alteraciones, se pueden considerar distintas estrategias:
- Mejoras en el estilo de vida: una dieta rica en antioxidantes, hidratación adecuada y control del estrés pueden mejorar la producción natural de moco.
- Terapias hormonales: en casos de baja producción o desequilibrios, se pueden recetar tratamientos con estrógenos bajo control médico.
- Lubricantes compatibles con la fertilidad, que no afectan la movilidad espermática, pueden utilizarse durante las relaciones.
- Técnicas de reproducción asistida, como la inseminación artificial (IA) o fecundación in vitro (FIV), permiten sortear las dificultades que plantea el moco cervical alterado, llevando directamente los espermatozoides al útero o al óvulo.
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