2025
Diferencias clave para elegir el tratamiento adecuado
Cuando una pareja o mujer decide buscar ayuda médica para lograr un embarazo, una de las primeras dudas que surgen es: ¿qué tratamiento de reproducción asistida necesito? Las opciones más habituales son la inseminación artificial (IA) y la fecundación in vitro (FIV), pero sus diferencias no siempre están claras para quienes se enfrentan por primera vez a este proceso.
En este artículo te explicamos en qué consiste cada técnica, sus principales diferencias y en qué casos se suele recomendar una u otra.
¿En qué consiste la inseminación artificial?
La inseminación artificial (IA) es una técnica de baja complejidad. Consiste en introducir una muestra de esperma previamente capacitada en el útero de la mujer, coincidiendo con los días más fértiles del ciclo. El objetivo es acortar el camino que deben recorrer los espermatozoides y facilitar el encuentro con el óvulo para conseguir su fecundación de forma natural.
La IA puede realizarse con semen de la pareja o de donante, y habitualmente se combina con una estimulación ovárica suave para aumentar las probabilidades de éxito.
¿Y qué es la fecundación in vitro?
La fecundación in vitro (FIV) es una técnica más compleja que se realiza fuera del cuerpo de la mujer. Consiste en extraer óvulos mediante una punción ovárica, fecundarlos en el laboratorio con espermatozoides (de la pareja o de donante), y una vez obtenidos embriones viables, transferir uno o más al útero para que continúe el desarrollo natural del embarazo.
Existen variantes como la FIV convencional o la ICSI (inyección intracitoplasmática de
espermatozoides), en función de las características de cada caso.
Principales diferencias entre IA y FIV
Aunque ambas técnicas tienen el mismo objetivo lograr un embarazo, existen diferencias importantes en cuanto al procedimiento, la complejidad, las indicaciones y la tasa de éxito.
La inseminación artificial (IA) es una técnica más sencilla. La fecundación ocurre de forma natural dentro del cuerpo de la mujer, por lo que el tratamiento implica una estimulación ovárica leve y una sencilla introducción del esperma en el útero durante los días fértiles. Suele recomendarse en mujeres jóvenes, con buena reserva ovárica, trompas permeables y sin alteraciones graves en el semen.
Por su parte, la fecundación in vitro (FIV) es más compleja. La fecundación se realiza en el laboratorio, tras extraer los óvulos mediante una punción ovárica y fecundarlos con los espermatozoides. Posteriormente, se transfiere uno o más embriones al útero. Se indica en casos con problemas de ovulación, trompas obstruidas, baja reserva ovárica, edad avanzada o cuando la IA no ha tenido éxito.
Otra diferencia clave es la tasa de éxito: en general, la FIV ofrece mayores probabilidades de embarazo por ciclo que la IA. No obstante, al tratarse de un proceso más invasivo y costoso, muchas veces se opta por iniciar con IA si las condiciones médicas lo permiten.
¿Cuándo se recomienda cada técnica?
La elección entre IA y FIV dependerá de varios factores médicos y personales, que serán evaluados en la consulta de fertilidad. A grandes rasgos:
La IA se recomienda si:
- Si el pronóstico reproductivo es bueno
- La mujer es menor de 38 años
- Las trompas de Falopio son permeables
- El semen es de buena calidad o tiene una alteración leve
La FIV se indica cuando:
- Si el pronóstico reproductivo está comprometido de forma importante
- Hay alteraciones tubáricas (trompas obstruidas o dañadas)
- Existen endometriosis moderada/severa
- Hay factor masculino severo
- Cuando se utilizan ovocitos previamente vitrificados como estrategia de preservación de la fertilidad.
- La IA no ha dado resultado tras varios intentos
- Se requiere un diagnóstico genético preimplantacional (PGT)
¿Qué factores influyen en la elección del tratamiento?
Además de las condiciones médicas, hay otros elementos que también se tienen en cuenta:
- Edad de la mujer: a mayor edad, menor eficacia de la IA, por lo que se suele recomendar FIV.
- Tiempo buscando embarazo: si ha pasado más de un año (o 6 meses en mujeres >35 años), conviene valorar directamente una FIV.
- Preferencias de la pareja: algunas personas optan por la FIV desde el inicio para acortar el tiempo para conseguir un embarazo, incrementando la eficiencia de los procesos y aumentando las posibilidades de éxito. .
¿Cuál es más efectiva?
La fecundación in vitro tiene una tasa de éxito mayor por ciclo en comparación con la inseminación artificial. Sin embargo, también conlleva un tratamiento más complejo, invasivo y costoso. Por eso, en mujeres jóvenes sin factores de riesgo, suele empezarse con IA.
En Instituto AVANTIA de Fertilidad valoramos cada caso de forma individual y adaptamos el tratamiento a las necesidades médicas y personales de cada paciente.
La decisión entre inseminación artificial y fecundación in vitro depende de múltiples factores médicos, emocionales y personales. Aquí te ofrecemos una valoración integral, acompañamiento personalizado y las técnicas más avanzadas para ayudarte a cumplir vuestros deseos de maternidad y paternidad. .