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La crianza en brazos, en qué consiste

La semana pasada se celebró la semana de la crianza en brazos pero, ¿sabes realmente en qué consiste o cuáles son sus beneficios?

La crianza en brazos es una práctica que busca regresar a los orígenes de la maternidad, manteniendo al niño cargado y protegido hasta que comience a caminar. El bebé se tiene en los brazos el mayor tiempo posible o en el portabebés pegado al pecho de los progenitores.

El niño solo se separa de los brazos de los padres para comer, dormir, tomar el baño o alguna otra actividad extra. Se trata de que la mayor parte del tiempo el bebé se sienta acompañado y protegido.

Aunque sean muchos sus detractores, todos aquellos que lo llevan a cabo coinciden en lo mismo: es una experiencia maravillosa para los padres y desde luego, para el bebé.

Cinco beneficios de la crianza en brazos

  1. Fortalece el vínculo emocional: Desde su nacimiento se beneficia del contacto piel con piel y visual, generando una sensación de seguridad que fortalecerá su autoconfianza.
  2. Favorece la lactancia materna: De acuerdo a la Asociación Española de Pediatría (AEP), mantener al bebé junto al pecho de la madre durante una hora tras su nacimiento favorece la lactancia materna, al estimular el apetito del niño y regular las horas de alimentación.
  3. Favorece el desarrollo físico: Mientras permanece en el útero materno, la espalda del bebé está arqueada en forma de C. Esa postura se mantiene con el niño en los brazos o en el portabebés, lo que trae beneficios al desarrollo de la columna vertebral.
  4. Alivia los cólicos del lactante: Los niños que son cogidos en brazos se sienten más tranquilos y reconfortados. Por lo tanto, en caso de dolor abdominal se recomienda cargar al bebé boca abajo y apoyado en el antebrazo, pasearlo y mecerlo en brazos para aliviarlo.
  5. Favorece el vínculo afectivo: La cercanía con tu bebé contribuye a mejorar el vínculo afectivo entre ambos. A estar más conectados.

Coger al bebé en brazos no es malcriarlo, tampoco hay que tener miedo a que se malacostumbre, ni creer que porque le has cogido mucho los primeros días querrá estar siempre en brazos. Cuando sea capaz de gatear y caminar tendrá mucha curiosidad por conocer el mundo que le rodea y se convertirá en un pequeño explorador. Aunque seguirá necesitando tu contención y tu calor y le encantará que lo lleves en un portabebé de vez en cuando, ya no será tan dependiente de tus brazos.

Como bonus track, te contamos que la crianza en brazos mitiga el llanto, mejora la actividad respiratoria y disminuye el estrés infantil.

Y tú, ¿has criado a tu bebé en brazos? ¿Pretendes hacerlo? ¡Te leemos en comentarios!

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